MARÍA AUXILIADORA

Patrona de la Patagonia Argentina

En el siglo XVI, comenzó a difundirse en Europa una manera especial de dirigirse a María para pedir su ayuda: la invocaban llamándola Auxilio de los Cristianos. El papa Pío V mandó que en las letanías se introdujera una que rezaba: «María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros». Fue el 24 de mayo de 1814, cuando el papa Pío VII, después de ser liberado de la prisión a la que lo había sometido Napoleón, dispuso que todos los años para esa fecha todos los católicos honraran a María bajo de la advocación de «Auxiliadora».
Un año después, en 1815 nació en Asti, Italia, quien sería el más grande devoto de María Auxiliadora: Don Bosco, fundador de la orden Salesiana. A él se debe la construcción de un templo llamado María Auxiliadora, en la ciudad de Turín, realizado íntegramente con los aportes de personas curadas de enfermedades por petición de Don Bosco a la Virgen.
En 1875 llegaron los primeros salesianos a la Argentina. Algunos acompañaron al General Roca en su campaña del desierto, y a partir de allí, nada los detuvo en su afán de sembrar el Evangelio en aquellas tierras.
En 1883 levantaron un gran templo en el barrio de Almagro, y de allí salían legiones de misioneros a predicar el Evangelio por toda la Patagonia argentina, desde Río Negro hasta Tierra del Fuego. Atravesaron enormes extensiones de desierto, sometiéndose a las inclemencias del lugar y al ataque de los indios, con la sola protección de María Auxiliadora. Los misioneros salesianos hicieron milagros en esas tierras, educando a los indios, luchando por su dignidad como personas, inculcándoles el amor a los hermanos y a Dios y la devoción a María Auxiliadora. La tarea realizada por los salesianos, y luego por la hermanas Hijas de María Auxiliadora en favor de la educación de nuestro país es inestimable. Las escuelas, colegios e institutos de enseñanza fueron multiplicándose por todo el país, y podemos decir que en gran parte, la población de nuestra Patagonia debe su educación a la dedicada tarea de los discípulos de Don Bosco. Por eso, María Auxiliadora es venerada especialmente en toda la Patagonia argentina, y fue declarada en 1949 patrona del Agro Argentino.